En lo profundo de las montañas de Caldas, nació una leyenda. Un hombre humilde, apasionado y entregado a su oficio, descubrió la magia que se esconde en los tallos de la palma de iraca.

Al observar cómo, bajo el sol ardiente del verano, las fibras se transformaban en hebras doradas, comprendió que con manos sabias y corazón artesano podía darles vida. Así, entre hilos entrelazados y paciencia infinita, fue tomando forma una obra única: un sombrero que no solo protege del sol, sino que lleva consigo la historia y el alma de un pueblo.

Así nació el Sombrero Don Samuel, una pieza auténtica, símbolo de identidad y orgullo aguadeño, creada para recorrer el mundo con elegancia y tradición.